"Ahora una anécdota. El hermano de un buén amigo mío está muy relacionado y ocupa un puesto importante, tanto es así que estando en Roma fue invitado a comer a la Casa Generalizia del Opus Dei. Naturalmente le enseñaron las principales dependencias, mostrandole en especial las "reliquias" del Fundador. La comida fue exquisita, magníficamente servida por eficientes criadas uniformadas, candelabros y cubertería de plata, vajilla Rosenthal, cristalería de Bohemia, etc.; todo lo necesario para tratar de epatar al invitado. Al despedirse, Álvaro del Portillo le preguntó qué le había parecido lo que había visto; el hermano de mi amigo le contestó: "Si esto es el voto de pobreza, como debe de ser el de castidad!" Se non è vero, è ben trovato! El caso es nunca más le han dirigido la palabra. (
Esto es solo un ejemplo de la honradez de la secta Opus.