Los acosos y persecuciones son una práctica habitual de la secta Opus Dei. En este capítulo expondré algunos de los muchos casos conocidos.
Un ejemplo concreto se expone en este texto extraido de un trabajo de Alberto Moncada sobre esta secta:
"una familia de dinero de Barcelona, muy exhibida por el Opus, una de cuyas hijas, numeraria, decidió salirse y, tras muchas dificultades, lo consiguió, yéndose a vivir con una prima suya. Pero sus antiguas correligionarias no cesaron de perseguirla, incluso por la calle hasta que la chica se tiró por una ventana. La gente de su ambiente quedó muy impresionada aunque la familia no dejó traslucir la tragedia."
La conducta de esta familia no es una excepción, parecere ser que las familias que pertenecen a esta secta acostumbran a colaborar en el encubrimiento de los delitos cometidos por el Opus.
Un testimonio importante es el de Miguel Fisac, conocido arquitecto español, que perteneció al Opus desde sus comienzos, conociendo al fundador del Opus con el que convivió y tuvo amistad.
Estos son algunos textos extraidos de su testimonio.
"conozco a bastantes que se han salido de la Obra, a los que se ha perseguido"
Este otro texto muestra coacción , al parecer causada por "su generosidad"
"Después de intentar salirme del Opus Dei, año tras año, al conseguir, en Roma, que me dejaran salir, Álvaro Portillo me dijo: "Miguel, quiero pedirte perdón por la coacción que te hemos hecho para que no te fueras, porque has sido tan generoso que nos parecía que tenías vocación."
Y este otro texto describe la "marca de la casa":
"Conocí la "marca de la casa" de no perseguirme directamente sino por medio de supernumerarios, cooperadores o amigos de unos u otros numerarios y supernumerarios interpuestos y se me hizo la conspiración del silencio que, todo hay que decirlo, secundaron encantados muchos otros arquitectos"
En el siguiente texto, extraido del testimonio de alguien que ha pertenecido al Opus y que reconoce los métodos de acoso practicados por el Opus con sus miembros, se describen los síntomas. Este testimonio es muy valioso, aunque en mi opinión, se evidencia que quien testifica continua teniendo una dependencia emocional con la secta, al intentar paliar la maldad de los que practican el acoso afirmando que no tienen consciencia de actuar mal, entre otros detalles.
Los síntomas del mobbing en los fieles de la Prelatura del Opus Dei.
La acción sobre una persona de estas acciones de presión sicológica acaban ocasionándole, siguiendo siempre a Iñaki Piñuel (op.cit., pp. 143-147) una gran cantidad de problemas:
- Depresiones reactivas: “La depresión lleva a la víctima a frecuentes pensamientos suicidas, intentos de suicidio e incluso al suicidio consumado”.
- Inconsciencia o ingenuidad: Normalmente, pasa cierto tiempo hasta que la víctima es consciente de ser perseguida. Al principio “no cae” en lo que le pasa, e incluso al principio, “no suele admitir fácilmente que la fuente de sus males se encuentra en un tipo de persona que le acosa malintencionadamente y que difícilmente puede ser considerada una persona “normal” (…) La víctima se encuentra aturdida, desconcertada, confusa y finalmente aterrorizada”.
- Invasión de visualizaciones recurrentes. La víctima recuerda una y otra vez lo sucedido y violencias anteriores parecidas. Las víctimas “visualizan” estos acontecimientos una y otra vez.
- Terror. Después de estas agresiones, el agredido sufre miedos, terrores, ansiedades crónicas, con ataques de pánico, temblores, sudoración y escalofríos.
- Embotamiento intelectual. Deterioro de la capacidad de pensar claramente, fallos en la memoria, etc. Pérdida de la capacidad de concentración.
- Focalización y obsesión: La víctima se focaliza en el acoso sicológico padecido que domina toda su vida y todas las demás facetas vitales, que pasan a un segundo plano.
- Aislamiento social y profesional. La víctima se encierra en sí, se asila, y sufre mucho al tener que disimular en el trabajo pues no puede aguantar la congoja y la angustia que la dominan.
- Incapacidad para experimentar alegría,
- Insensibilidad. “Amortiguamiento de la afectividad hacia otras personas o despersonalización en las relaciones”.
- Abandono profesional. Desinterés hacia el trabajo y pérdida del mismo.
- Insomnio. Tarda mucho tiempo en dormir, no duerme y si duerme el sueño está lleno de pesadillas y no es reparador.
- Hipervigilancia. La víctima está en alerta continua de nuevos ataques. Los contactos más triviales son vividos como amenazantes. La persona se vuelve hipersusceptible a todo.
Aparte de todo esto, se experimentan dolores de espalda, irritabilidad, bajo estado de ánimo, dolores de cabeza, llanto y ganas de llorar, agresividad, problemas de memoria, dolores de estómago, fatiga crónica. Palpitaciones.
También deseo añadir este texto extraido de mi propio testimonio bien documentado.
"las cosas empeoraron cuando el Opus llegó a mi casa. Entonces mis padres y hermanos comenzaron a hablar de mi a mis espaldas susurrando, y decían que yo estaba loco. Además, gente que no conocía de nada, comenzó a hostigarme por la calle, con insultos e incluso agresiones."
También deseo añadir mi testimonio sobre la gente del Opus que me acosa por medio de esta tecnología descrita en Golpes de Estado y la secta Opus y carta al Presidente del Gobierno y publicada en New Scientist: (ver ESQUIZOFRENIA EN EL OPUS DEI)
DESCRIPCIÓN DEL PERFIL PSICOLÓGICO
De la misma forma que intervenir un teléfono, se suele denominar de forma coloquial "pinchar el teléfono", voy a usar la expresión "pinchar la cabeza", a la utilización de esta tecnología clandestina en mi persona. Tecnología que, en mi opinión, está suficientemente demostrada su existencia, por medio de las numerosas publicaciones ampliamente documentadas, que ya he remitido con anterioridad en este blog.
Considero importante describir el perfil psicológico de los que me "pinchan la cabeza", debido a que estos criminales, al sentirse impunes por la absoluta ausencia de testigos, se muestran tal y como son. Esto me permite dar testimonio de su conducta, sin tener las dificultades que podría tener cualquier otro observador, que no estuviese en mi lugar. Por esta razón, la descripción de los rasgos caracterícticos que he observado en ellos, de forma reiterada durante tantos años (más de 20), pienso que puede ayudar a investigadores sociales, policía y otros profesionales con competencia en este terreno.
Perfil general
Normalmente suelen ser varones, aunque en ocasiones también he escuchado voces femeninas. Las edades son variables, aunque por lo general suelen ser adolescentes y hombres más bién de edad madura. Su nivel cultural, suele ser bastante bajo y especialmente entre los de edad madura, que en su mayoría se notan gente rústica, yo diría que hasta son analfabetos. Todos muestran un gran desprecio por la dignidad humana, y tienen un muy bajo concepto de sí mismos (esto lo deduzco de sus propias afirmaciones reconociendo que son autentica basura). Aunque no es la norma, entre la gente madura, a veces hay algunos que no parecen tan rústicos y hasta se las dan de eruditos.
Especialmente los jóvenes, tienen insistentes "muletas" idiomáticas, repitiendo continuamente frases como "no veas" "ya ves" etc. La frase mas repetida es "hijo puuuta", y he llegado a pensar de algunos de ellos, que su vocabulario se reduce tan solo a unas pocas palabras, por lo que no pueden construir otras frases. Hay uno de edad madura que solo dice "eres immbecil" "eres immbecil"....
Si hay una palabra que pueda definir en sentido amplio a esta gente, es "sordidez". Parecen odiar todo lo que signifique valores opuestos a la sordidez, en cambio son muy favorables a la mentira, la cobardía, venderse por dinero, etc. Parece que desean que todo el mundo esté a su altura. Quizá sea esta la razón por la que tienen el vicio de poner "apodos" a todos los que pueden, y se les puede reconocer (especialmente a los jóvenes) por esta frase "le vamos a llamar.....". Y abusan de este vicio hasta el límite del ridículo. Así, si estoy poniendo comas cuando escribo, dicen "le vamos a llamar el comas", etc. etc. Entre los mayores es bastante común, hablar con diminutivos. Por ejemplo. no dicen queso o huevo sino "quesillo" o "huevecillo". Si se refieren a un plato dicen "platillo", independientemente de si el plato es enorme o no.
También me parece interesante mencionar, que especialmente entre los mayores, todo lo disocian hacia ellos. Por ejemplo, si voy a comer o a dormir, dicen "nos comes" "nos duermes" etc.
La mentira es algo inherente a ellos. Son capaces de negar, lo que a todas luces todos pueden ver. Pero ellos se hacen los "locos" sistemáticamente. Es frecuente entre ellos afirmar cosas que no son verdad, con un grado de cinismo inimaginable. Por poner un ejemplo: En su cinismo, con frecuencia me dicen, que me gusta tenerlos en mi cabeza.
También, les gusta mucho acusarme de defectos, de los que ellos son representantes en su máximo exponente. Por ejemplo, dicen "tendrás cara" cuando lo que ellos hacen conmigo, es el máximo exponente de lo que es tener "cara dura". etc. etc. Estas actitudes, forman parte de su cinismo.
La homosexualidad parece ser muy común en ellos. Muchos de ellos tienen un habla un tanto mariconil, además de someterme a acosos sexuales, que me humillan aún más que si no hubiese estas connotaciones. Pero no obstante, parece que les molesta reconocer sus tendencias sexuales. Lo que no acabo de entender sobre ellos. La mayoría son excesivamente rijosos, y parece que el sexo es lo más importante que puedan tener en su mente.
Les gusta acosar y hostigar. No paran de insultarme y amanazarme. Pero las burlas se llevan el primer premio. Si hay algo que a esta gente le gusta, es burlarse de los demás que no son "de los suyos". Entre las amenazas, es muy usual la expresión: "te vamos a coger entre todos y.... " normalmente las amenazas son de agresiones físicas, pero también de internarme en un psiquiátrico y cosas parecidas. Me parece importante señalar, que nunca hablan en singular sino en plural (no dicen te voy a, sino te vamos a) esto denota la fuerte dependencia de grupo, de forma que un individio aislado perece que no se atravería a hacer nada.
Mentalidad exclusiva e intransigente. Suelen decir que si no eres de los nuestros estás en contra de nosotros. La expresión "de los nuestros" es muy típica de ellos.
Todos tienen una mentalidad autoritaria, de forma que, con frecuencia, se dirigen a mi en tono de dar órdenes. Es muy frecuente entre ellos, saltar a la menor opurtunidad, para decir, exacto! o exactamente! como si fuese imprescindible que ellos diesen su aprobación a todo. También me parece importante resaltar el acentuado egocentrismo que tienen. Todos coinciden en la característica de creer que todo lo que yo hago o pienso es para demostrarles algo, o para impresionarlos o tonterias por el estilo. A pesar poder sentir mis sensaciones, parecen incapaces de interpretarlas de forma correcta. En su afán de estár siempre por encima, intentan aparentar que lo saben todo, siendo muy frecuente, que se inventen lo que hablan. Esto lo he podido comprobar repetidas veces . Lo cierto es que con frecuencia parecen querer quedar como una "autoridad".
En relación al sentido de la propiedad, parece que creen que todo está hecho para que ellos lo disfruten. También, al menos en España, hablaban como si el Estado fuese de su propiedad y la ley como cosa de tontos que se lo creen. Parecen no diferenciar entre Dios y ellos, porque en muchas ocasiones me han dicho que todo lo que haga va a ser para Dios, pero en muchas otras ocasiones me han dicho que todo los que haga va a ser para ellos. Esto lo repetían especialmente en los primeros años, cuando me empezaron a pinchar la cabeza.
En ocasiones cuando me despierto, dicen: "empieza a grabar que ya se despierta".
Realmente, desde un principio, siempre tuve la impresión de que buena parte de los que me pinchaban la cabeza, especialmente los adultos, eran delincuentes comunes que debían de haber estado en la cárcel, y que los tenía en la cabeza porque eran gente que no servía para otra cosa. En mi opinión es muy posible, que el Opus, en su avidez por explotar víctimas, hayan podido reclutar adeptos entre los delincuentes comunes en prisiones, y dado su poder, les hayan conmutado la pena a cambio de sus servicios o algo por el estilo.
Lo expuesto hasta ahora, a sido en referencia a gente de habla castellana. La gente de habla sueca, suele ser más bién madura, con un bajo nivel cultural, y bastante corta de mente, aunque hay excepciones. No parecen homosexuales, y es más frecuente la presencia de mujeres. Son también crueles, pero no tanto como los de habla castellana.
TIPIFICACIÓN DE DELITOS
Breve informe jurídico sobre el tema de la instalación de dispositivos en el cerebro. Este informe tiene un mero valor hipotético, pues para hablar de caso práctico , es preciso que conste mediante una prueba fehaciente la existencia de una tal práctica.
Este informe va referido al Código penal español.
El mero hecho de manipular el cerebro con la instalación de alguna clase de aparato sería un delito de lesiones. Este delito se encuentra tipificado en los arts. 147 y siguientes del CP. Estos artículos protegen no sólo la salud física sino también la salud mental, siendo esta última la afectada con dicha práctica. Como quiera que el hecho en sí está en condiciones de producir una grave enfermedad somática o psíquica, habría que aplicar un tipo agravado dentro de las lesiones como es el recogido en el art. 149 CP. Este artículo prevé una pena de seis a doce años para el que por cualquier medio o procedimiento causare, entre otros posibles resultados, una grave enfermedad somática o "psíquica".
Otro aspecto a calificar es lo que sucede tras la instalación del artilugio. Aqui hay un complejo de conductas que se pueden traducir en delitos contra la integridad moral, contra la libertad de obrar o contra el honor. Además, dada su continuidad en el tiempo, habría que apreciarlos como concursos de delitos. Tantos delitos como acciones sean susceptibles de individualizarse.
Desde el punto de vista asociativo, si es que estos hechos se realizasen bajo la pantalla de una organización, habría que estar al artículo 515, nº 3 CP, el cual califica como asociaciones ilícitas a las que, aun teniendo por objeto un fin lícito, empleen medios de alteración o control de la personalidad. Las penas para los asociados varían según sean éstos directores o meros miembros activos de la organización. Oscilan entre 4 años y un año de prisión, más una multa.
La gravedad de los delitos descritos, en mi opinión debiera provocar una reacción enérgica en las autoridades, iniciando inmediatamente una investigación tan rigurosa como profunda sobre el tema, y no mostrar la pasividad que viene mostrando, ante las miles de denuncias que se llevan realizadas en el mundo durante años.
Me parece una actitud pasiva, esperar que las víctimas, con gran indefensión y carencia de medios, tengan que demostrar a las autoridades que se les está aplicando una tecnología clandestina, y por lo tanto secreta, desarrollada por gobiernos con dinero público, para ser usada contra los ciudadanos.
El Opus Dei, es una muestra del peligro social que supone, una organización criminal secreta controlando estados para beneficio propio.
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