lunes, 25 de mayo de 2009

EJEMPLO DE HONESTIDAD: UN PSIQUIATRA DEL OPUS


CONDENA DE DOS MILLONES

El psiquiatra, la esposa y su marido

Enrique Rojas reveló un informe sobre una paciente



IRENE HDEZ. VELASCO


Tiene un currículum de relumbrón: catedrático de Psiquiatría, director del Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas, premio Extraordinario del Doctorado en Medicina, premio Conde de Cartagena de la Real Academia de Medicina, Médico Humanista 1995. Por si fuera poco, también es escritor de éxito. Su último libro, El amor inteligente, lleva más de 20 ediciones.

Pero una mancha acaba de ensombrecer la trayectoria de este médico granadino, miembro del Opus Dei. Enrique Rojas, en cuyo diván se tumban nobles, políticos, empresarios y famosos varios, ha sido condenado por violar el derecho a la intimidad de una paciente. Por saltarse a la torera el sacrosanto secreto profesional.

«En modo alguno debió revelar datos ni apreciaciones sobre su paciente conocidos en el ejercicio de su profesión sin el conocimiento expreso de la interesada». Con estas palabras, el Juzgado de primera instancia número 43 de Madrid le ha condenado a pagar dos millones de pesetas a una paciente, por violar su derecho a la intimidad.

La paciente en cuestión se llama María Menchaca. Toda una vizcondesa, de Bahíahonda; un ejemplo de la clientela que se pone en manos de Enrique Rojas.

María Menchaca es la ex mujer de Jorge Juste, famoso del papel cuché, presentador de televisión, habitual de las revistas del corazón y novio durante un tiempo de Ana Obregón. El caso: el matrimonio de María Menchaca y Jorge Juste se hundía. Y, en un intento de enderezarlo, animada por su entonces esposo, María Menchaca acudió a la consulta de Enrique Rojas. Le vio en 11 ocasiones entre diciembre de 1991 y febrero de 1992.

Un año y medio después, María Menchaca y Jorge Juste se separaron. Inmediatamente, comenzó el proceso de divorcio: estaba en juego la custodia de los tres hijos de la pareja.

Y Enrique Rojas volvió a cobrar protagonismo. Acudió al proceso de divorcio como testigo de Jorge Juste. Y presentó ante el tribunal un informe psicológico-psiquiátrico sobre María Menchaca. El texto aseguraba de la que fuera su paciente: «Tiene una personalidad inmadura (....), histriónica y narcisista. (...) María Menchaca muestra claras y graves incapacidades afectivas y de personalidad para la guardia y custodia de sus hijos». El informe concluía aconsejando al tribunal que concediera la guardia y custodia de los menores al padre.

«Me quedé de piedra», asegura María Menchaca. «Rojas acababa de violar el más elemental secreto profesional, entregando a la parte contraria, sin mi conocimiento, mis informes psicológicos, completamente falsos, por otra parte. El, que tanto habla de ética, se comportó de forma amoral».

Segundo informe

El informe no surtió, sin embargo, el efecto que buscaba. Finalmente, le fue concedida a María Menchaca la guardia y custodia de los tres hijos del matrimonio. Entre otras cosas, porque ella presentó un segundo informe psicológico que la acreditaba como perfectamente capaz de hacerse cargo de los niños. «Pero me sentí tan indefensa que decidí denunciar al doctor Rojas», explica Menchaca.

Así lo hizo. Rojas ha sido condenado a indemnizar a la que fuera su paciente con dos millones de pesetas. La sentencia afirma que «no es difícil deducir que la relación de amistad, en mayor o menor grado, entre el señor Juste y el doctor Rojas Montes fue determinante para la emisión del informe. Igual de indudable es que el demandado conocía que su informe, netamente desfavorable para la señora Menchaca, podía determinar serios perjuicios para ésta, lo que acentúa la gravedad del incumplimiento de sus obligaciones profesionales».

El psiquiatra granadino ha declinado hablar en todo momento con este periódico. En una carta dirigida al presidente de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Madrid, Rojas asegura que «en nigún caso quería perjudicar» a Menchaca. «Mi informe pericial, aunque se refiere a ella, tiene como objetivo la protección de los hijos», añade Rojas, que ha recurrido la sentencia que le obliga a pagar dos millones.

Antes de acudir a los tribunales, Menchaca se dirigió al Colegio Oficial de Médicos, solicitándole que abriera un expediente disciplinario contra el psiquiatra. «En dos años no me han dado repuesta alguna», sostiene Menchaca. Acudió al Defensor del Pueblo. «Y el Colegio de Médicos de Madrid me contestó que el caso había prescrito», añade la afectada. «Yo presenté mi queja a tiempo. Pero el Colegio de Médicos ha estado demorando su contestación. Me parece impresentable», afirma Menchaca.

El presidente de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Madrid, el doctor Antonio Piga, no quiso ni confirmar ni desmentir a CRONICA si la queja de María Menchaca contra el psiquiatra Enrique Rojas ha sido archivada. «Es información confidencial», dijo. Pero María Menchaca no va a tirar la toalla. «Si el Colegio de Médicos de Madrid no actúa contra el doctor Rojas, denunciaré a este organismo».